Masajes

Darse un masaje no sólo es un placer, sino que es salud.

Los masajes son una de las herramientas terapéuticas más antiguas, que con el paso del tiempo se han ido modificando para brindar cada vez mayores beneficios, no sólo trabajando a nivel físico sino también a nivel emocional.

Está demostrado que los masajes benefician tanto a la piel, como a los músculos, el aparato digestivo, el sistema nervioso y respiratorio, la producción de hormonas e influyen directamente en el estado de ánimo de las personas.

 

masajes terapeuticos relajantes reconfortantes

 

Beneficios de los masajes

Hay muchas variedades de masajes, antiestrés, drenantes, quiromasajes, craneofaciales, sensoriales etc.
Pero todos te aportan salud y beneficios internos y externos

 

Combate la ansiedad y depresión

  • Al bajar los niveles de Cortisol (hormona del estrés) y estimular la serotonina (hormona que equilibra el estado de ánimo), reduce el estrés y relaja el sistema nervioso central, controlando la ansiedad y la depresión, y mejorando la autoestima, el estado emocional, la angustia y el insomnio.

 

Elimina Contracturas, tensiones y dolores de cabeza

  • Ayudar a reducir el dolor muscular y contracturas.
  • Mejora la movilidad y flexibilidad de los músculos, previniendo lesiones. Está muy indicado para deportistas
  • Elimina tensiones musculares, inflamaciones y reduce los dolores de cabeza.

 

Mejora circulación sanguínea y Linfática

  • Al reactivar la circulación sanguínea, disminuye la presión arterial y el ritmo cardíaco, y ayuda a aportar mas oxígeno a los órganos y tejidos, nutriendo la piel.
  • Al reactivar la circulación Linfática, eliminamos líquido y toxinas, fortaleciendo el sistema inmunológico y reduciendo inflamación, por eso está muy indicado después de una operación.
  • Mejora los dolores menstruales y el estreñimiento.

 

Contraindicaciones de los masajes

A pesar de sus beneficios hay ocasiones en las que un masaje está contraindicado:

  • Inflamaciones e infecciones agudas y subagudas
  • Traumatismos recientes o fracturas no consolidadas
  • Estados febriles
  • Heridas abiertas
  • Trombosis
  • Rupturas musculares en fase aguda
  • Infecciones de la piel